lunes, 17 de enero de 2011

Tarde de lluvia

Las gotas de lluvia cayendo una tras otra
hilos intensos y transparentes de agua viva.

La tarde suavemente va declinando,
los nublos lloran cargados de melancolía,
adsorbidos por la oscuridad.

La luna invisible envía sus efluvios y mí
espíritu se eleva hasta el cielo, libre en el
tiempo y el espacio.
¡Mi paz es auténtica!

Se han encendido las farolas, el paisaje es
interesante puede ser melancólico
¡ Para mi festivo y brillante!

Las aceras mojadas y limpias parecen de
charol nuevo. Los pensamientos negativos,
han dejado de fluir en el cerebro

Mi cuerpo mojado va dejando un rastro seco
el agua evaporada, va rizando lentamente
mi cabello, dejándolo suave y sedoso.

Camino sin prisa sintiendo este celestial
momento; disfrutar de este espacio de relax
es mi verdad en la bondad de un Dios griego

El resplandor de los relámpagos, devuelven
la consciencia, a la gran cantidad de agua
que está cayendo,

Una ruidosa, tupida y fantasmal cortina, forman
burbujas salpique antes al estrellarse contra el
suelo

He caminado hechizada, en este fenómeno
del universo, y hasta ahora no había notado
la humedad que ha empapado mi cuerpo.

Mi mente mimosa ¡goza de tanto sosiego!

Mas el frío se ha filtrado en mis hombros y
pechos; mi ropa hace tiempo que está calada
y el helor está penetrando en los huesos.

Siento la frente febril (de un fuego fresco)

La sugestión invadió espacio y tiempo y
eclipsó de tanta armonía mis sentimientos.
que he aceptado gustosa la bendición y el
posterior contratiempo de un ligero y evidente
enfriamiento.

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